LAS RELACIONES YOYÓ

LAS RELACIONES YOYÓ

LAS RELACIONES YOYÓ 780 2126 AnaCastroLiz

¿Qué son las relaciones intermitentes y

porqué estás predispuesto a tener la esperanza

de que “una oportunidad más” va a solucionar todo lo anterior?

 

Este tipo de relaciones conocidas como intermitentes o Relación yoyó, son muy inestables, repletas de altibajos con numerosas peleas y con el mismo número de reconciliaciones. Son las típicas de: te dejo, no te aguanto más, para pasar al momento de … no puedo vivir sin ti, por eso quiero regresar.

Al final la persona que te causa los males, acaba siendo tu refugio, por el temor a quedarte solo o la dependencia que se genera de la relación, siendo capaz de perdonarlo todo, aunque te haga mucho daño. La dinámica es muy simple: se “comprometen” a estar juntos, pero enseguida quieren “huir” uno del otro porque no se entienden y sus escalas de valores son muy diferentes.

Se establece un vínculo en que una de las partes es más insegura, y con temor a la ruptura, que, aunque la otra parte rebase los límites del amor, son tantas las expectativas puestas en la relación que es capaz de perdonarlo siempre, quedando atrapado en una incertidumbre constante, entre: no quiero estar con él/ella pero no puedo vivir sin esa persona.

Vives debatiendo en tu mente sobre lo que te deparara el futuro al lado de esa persona pensando cosas de este estilo: “cambiará alguna vez?”, “que tengo que hacer yo para que cambie?”, “porque me trata así?”, “por mucho que peleemos estamos hechos uno para el otro”, “me quiere mucho por eso quiere volver”, etc.

Te adaptas para sobrevivir

Aprendes a vivir con el conflicto, porque le da más emoción a tu vida y es el detonante de la pasión que sientes por esa persona. Te has enganchado a las reconciliaciones porque no eres capaz de llevar a la relación hacia la estabilidad ni intimidad más profunda pero tampoco sois capaces de entenderos.

Te quedas “atrapado” en una fase inicial de la relación donde constantemente vuelves de forma perpetua y repetida “a la casilla cero” al punto inicial de partida: me enfado, existe una alta tensión sexual (al desear lo que no tienes), se generan las expectativas de reconciliación, luego aparece el perdón y regresáis juntos.

Luego surgirán los reproches, sobre: “yo te dije tal cosa … y tu hiciste esta otra …”, “porque me haces siempre esto”, y muchos más etc, que nunca se acabarán de solucionar del todo, ni aclarar, y pasarán factura sobre tu autoestima, hundiéndote por completo, algo que supondrá un estado de tristeza permanente o depresión para tu existencia.

Quien te daña no te ama

Por todo esto, la persona que te rompe en mil pedazos, y con la que no te entiendes, no puede darte felicidad ni recomponerte. No podrás eliminar el daño, solo con perdonar cada una de las peleas o diferencias, porque será una herida que se abra constantemente provocándote cada vez más desilusión.

En realidad, lo que te pasa es que:

– temes estar solo,

– esa persona es a quien conoces al fin y al cabo después de “x” tiempos juntos, ya lleváis compartidas “no sé cuántas y crees que debes seguir por esa razón,

– temes desenvolverte por la vida sin esa persona a tu lado

Si cuando te peleaste, y llegaste a la conclusión de que tenías que dejar esa relación, y te cargaste de argumentos para no querer estar a su lado, de que no era buena idea seguir juntos, ¿Por qué vuelves cada vez? ¿Por qué te convences que esta vez será la definitiva y aprenderéis de vuestros errores y te sucede lo mismo una y mil veces?

Hay algo que has “romantizado” en rehabilitar una relación con fallos, creyendo que por mucho dolor que exista, todo se puede borrar y que merezca la pena luchar.

 

Las 5 causas de porque vuelves una y otra vez

1. Una de las partes “ejerce” de padre o madre, que todo lo entiende y todo lo perdona, ofrece “amor incondicional” llevado al extremo. Protege constantemente al otro y el afecto que sienten es muy inmaduro, caprichoso y con una necesidad de pertenencia.

 

2. En realidad existe miedo al compromiso, cuando la relación puede pasar a una fase más profunda, es cuando se “recula”, se vuelve uno ambiguo, porque temes entregar mucho de ti por si lo pierdes, te quedas en la superficie de los sentimientos, así es una manera de protegerte, pero en cambio te estas cargando la relación en cada ruptura.

 

3. Entiendes que el “escaparte” o “evadirte” es la solución.El origen suele ser algún trauma o duelo amoroso que no se resolvió en tu vida de antes, y temes volver a sufrir porque tuviste experiencias negativas y como no tienes recursos suficientes para solucionarlo, prefieres zanjar con la relación por lo sano, e irte. El escape se convierte en la manera de gestionar la angustia que es muy intensa.

 

4. Te enamoras perdidamente muy pronto, de alguien que idealizas, según descubres aspectos que no te gustan en vez de analizarlos, entras en conflicto imponiendo tu criterio, has perdido la magia que sentías porque no cumple tus expectativas, los defectos que tiene tu pareja ahora son más visibles y te has aburrido, empiezan las broncas en ese momento, cuando pierdes esa admiración. En el fondo estás enfadado contigo, pero no lo ves, porque haberte ilusionado de algo que no existe, y las pagas con la otra persona porque no cumple con lo que tú quieres.

 

5. Es posible que no seas consciente de lo que vales o no te valoras mucho, tienes la creencia de que tu pareja se decepcionará en cuanto descubra algunos defectos o carencias, entonces aparecerá el temor al rechazo que te volverá más inestable.

¿Puedes liberarte?

En este tipo de relaciones intermitentes, te conviertes en una persona que pasa por alto fallas iniciales en una relación pero que luego llega un momento que no aguanta y estalla, porque no sabes cómo lidiar la primera vez que aparecen y no pones límites. Entiendes de forma equivocada lo que significa perdonar a alguien, cuando te hace daño, y es algo que debes revisar.

Te quedas atrapado en cómo te besan, te consuelan, o que bien lo pasas en algunos momentos, pero te olvidas de cómo engañan, mienten y o te maltrata. Liberarte de esa relación dependerá de tu amor propio y que aprendas a descubrir una vida sin conflictos.

Artículo escrito 22 abril 2023 para El Progreso de Lugo

 

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